Lo que sucedió en Panamá no es una situación que el mismo panameño pueda controlar, no soy yo quien va a criticar su situación pero si puedo decir que estamos a tiempo de salvar nuestra selva, aunque sea con nuestras dolencias El Salvador aún es un paraíso, Pureza Natural nos habla de la perdida de esencia por que cada vez “modernizamos más nuestras tierras" y llegamos a perder el sabor de la nuestra propia, El Salvador puede salir del caos, sin llegar a “modernizarnos” y olvidar nuestras raíces... sabemos que lo hemos hecho pero comparada con las grandes orbes donde los intereses se vuelven más para el extranjero que para el nacional, La alineación que llevamos dentro en nuestro país no se compara a la alienación de consumo que tiene la ciudad de Panamá y es de comprenderlo aquí se encuentra de todo tipo de marca pero pareciera que la población entera disfruta de tal forma de vida, no existe nada callejero y si existe es en mínimo, hay una zona llamada chorrillo, donde se puede sentir que estas en el centro de San Salvador , solo que sin graffitis, la calidad humana del panameño no se refleja en su ciudad, ni en la forma de consumo y compra del panameño que no mira el arte mas que en Galerías, La calidad humana se mira cuando platicas con ellos y te dicen por aquí si, por aquí no... cuando entablas la platica y te dicen sobre su cultura, sobre como se va perdiendo el Panamá que ellos conocieron ; platicando en vía Venetto con Francisco, un anciano maestro del dibujo, si lo traducimos a salvadoreño, un señor que vende chicles en un parque pero que dibuja, por años y a perfeccionado su forma, me decía ser amante del realismo, y que en este país era difícil para el Artista por que tenia que esperar que las Galerías les abrieran las puertas, que fuera de eso la gente no valoraba el arte, no había mucha cultura de arte callejero y a esto nos referimos desde teatro en las calles hasta performance y mucho menos dibujo y pintura, que el arte emergente tenia que buscar contactos y esperar turno para poder llegar a una galería; escuchando a Francisco me di cuenta que no había diferencia con mi país, pero que habíamos roto la línea, al abrir los bares y cafés para el arte . No podemos perder nuestra identidad y quedarnos ya viejos recordando como fue nuestro país y lamentándonos cuando somos los forjadores de nuestra historia .
David Duke
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