Eduardo Q'eria

Era el mejor de su clase, en la universidad se graduó con honores, su traje se basaba en la teoría misma de los colores, y su sola presencia te hacia gracia, los circos se disputaban por tenerlo bajo sus carpas y tal vez fue por eso que se volvió independiente, pasaron los años y su colección de payasadas cada vez se hacia mas grande …eran ya las ocho de la noche, era su primera función en esta ciudad …salio corriendo a la pista y comenzó su repertorio de sonrisas …pero algo andaba mal, nadie reía …pasaron diez minutos, estaba un poco preocupado debía admitirlo algo andaba mal, que sucedía que nadie reía …se quedo parado justo al centro de la pista, pregunto gritando “¡que diablos les sucede…!” …una joven del publico se le acerco y le ofreció un espejo que traía en la mano, al ver el su rostro, se percato de lo que sucedía …no traía puesto maquillaje …se sentó en el suelo y comenzó a llorar, tan solo una cosa andaba mal y era él el único responsable …algunas personas al verlo llorar comenzaron a reír, luego todos comenzaron a reír, la carpa entera se había vuelto una carcajada y solo entonces él comprendió que nada en el mundo podía ser mas gracioso que eso…

1 comentarios:

Sara Boulogne dijo...

Para desnudar a un payaso no es necesario quitarle la ropa, basta con quitarle el maquillaje, despojarlo de su identidad y convertirlo en un anónimo, uno más, como tu y yo.